¿Es saludable un 20% de grasa corporal en un hombre?
- Champions Mens Grooming
- hace 11 horas
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A veces me pregunto por qué no se habla claro cuando se trata de nosotros, los hombres. Todo es blanco o negro: o eres un tío ultra definido con abdominales marcados o estás “descuidado”. Pero la realidad no va de extremos. Va de entender qué es saludable, qué es sostenible y qué es coherente contigo mismo.
Y si hablamos de salud y estética, tarde o temprano sale el tema: ¿es saludable un 20% de grasa corporal en un hombre?
Pues venga, vamos al grano.
El 20% no es ni lo mejor... ni lo peor
Tener un 20% de grasa corporal en un hombre no es un drama, pero tampoco es el ideal si quieres sentirte ligero, ágil y con energía. Está en un punto medio: ni eres una bola, ni estás fibrado. Pero lo que muchos no te dicen es que ese 20% puede verse muy distinto en cada uno. No todos los cuerpos distribuyen la grasa igual. Algunos la acumulan en la barriga, otros en la espalda o en los flancos.
¿Te has sentido alguna vez incómodo con la camiseta puesta porque se te marca justo donde no quieres? No estás solo. Pero tampoco eres menos hombre por eso. Lo importante es entender qué hay detrás de ese porcentaje.
¿Qué implica tener un 20% de grasa corporal en un hombre?
A nivel médico, no estás en riesgo. No estás en obesidad, ni mucho menos. Pero si eres honesto contigo mismo, ¿estás a gusto así? ¿Te gusta lo que ves? ¿Te sientes con fuerza? ¿Tienes energía para entrenar, para estar con tu pareja, para llevar tu día sin arrastrarte?
Porque esto no va solo de estética. Va de cómo te afecta en lo cotidiano.
Subes unas escaleras y te falta el aire.
Te pones una camisa que antes te quedaba bien y ahora tira de los botones.
Evitas la playa o la piscina porque no te apetece quitarte la camiseta.
No hace falta estar en un 10% de grasa para sentirte bien, pero entre estar “aceptable” y sentirte realmente a gusto hay un paso.
Tu grasa habla de tu estilo de vida
Vamos a ser claros: si estás en un 20%, probablemente tu alimentación no sea la mejor. No digo que comas fatal, pero seguro que hay demasiadas cervezas, cenas fuera, picoteo y poca planificación.
Y ojo, que no te estoy juzgando. Te hablo desde la experiencia, porque yo también me he visto ahí. Trabajas, tienes responsabilidades, llegas tarde, estás cansado… Y lo último que te apetece es pensar en qué cenar o en si deberías entrenar.
Pero llega un punto en el que te das cuenta de que el cuerpo te está pasando factura. Te sientes más pesado. Te cuesta activarte. Y lo peor: te estás acostumbrando a ese estado. Y eso sí que es peligroso.
¿Qué pasa si bajas del 20%?
No, no vas a convertirte en modelo de fitness. Ni falta que hace. Pero si bajas a un 15-16%, empiezan a pasar cosas interesantes:
Tu cara se define más.
Te ves mejor con ropa.
Tienes más energía (sí, de verdad).
Te sientes más seguro.
Y no es magia. Es simplemente que tu cuerpo funciona mejor. Tu sistema hormonal se equilibra, duermes mejor, rindes más en el trabajo y en la cama. ¿Quién no quiere eso?
Pero tío, ¿cómo se empieza?
No te voy a soltar el típico rollo motivacional. Sabes perfectamente lo que deberías estar haciendo. Solo te falta decidir que ya está bien de posponerlo.
No necesitas cambiar tu vida entera en una semana. Pero sí necesitas empezar a hacer algo distinto hoy.
Cambia la cerveza por agua entre semana.
Entrena dos o tres veces por semana. No hace falta matarse, pero muévete.
Duerme mejor.
Pide ayuda si no sabes por dónde empezar.
Porque no, esto no va solo de fuerza de voluntad, va de estrategia. De tener un plan. Y si lo haces con alguien que te guía, mucho mejor.
¿Qué hay detrás de esos kilos de más?
Muchos tíos cargamos con cosas que no decimos. Estrés, frustración, cansancio, miedo a no dar la talla. Y eso a veces se transforma en grasa, en barriga, en dejadez. No porque no nos importe, sino porque nos hemos desconectado de nosotros mismos.
Pero puedes reconectar. Puedes recuperar el control. Porque el físico no lo es todo, pero cuando te miras y te gustas, el resto de tu vida también mejora. Tu humor, tu actitud, tu seguridad.
No es solo un número
El 20% de grasa corporal en un hombre no define quién eres, pero sí es una pista de cómo estás por dentro. Si estás cómodo ahí, perfecto. Pero si no, tienes todo el derecho del mundo a querer cambiarlo. Sin culpas, sin complejos. Con decisión.
No necesitas ser perfecto. Solo necesitas estar comprometido contigo. Y no por lo que los demás piensen, sino por ti. Porque te lo mereces. Porque vales. Y porque cuando te ves bien, actúas distinto.
¿Quieres empezar a cambiar pero no sabes cómo? En Champions estamos para ayudarte, sin postureo, sin juicios y con todo el respeto por tu proceso. Porque esto va de hombres reales, como tú, que deciden recuperar el control de su cuerpo, su energía y su vida. Reserva tu consulta gratuita y recibe una asesoría y diagnóstico personalizado para encontrar el tratamiento corporal para hombres más adecuado para ti.
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